"ANTONIO AUDIRAC"
- CIENCIA Y CULTURA -
Mi confrontación con la docencia.
Cada
día que avanza me convenzo que ser profesor es un privilegio y una
responsabilidad, que no solo se limita a enseñanza de contenidos, sino también
a formar a las futuras generaciones atendiendo a las exigencias contemporáneas.
Me desempeño en el
nivel de secundarias generales, atendiendo las materias de geografía,
asignatura estatal y formación cívica y ética, los alumnos que están a mi cargo
son adolescentes entre 12 a 15 años. Realmente para mi es increíble y
alucinante poder encajar en el mundo de los jóvenes y partir de su
reconocimiento adaptar las enseñanzas de forma que sean llamativas para ellos.
Trabajar
en ESFAA implica desarrollar una serie de competencias que satisfagan los
requerimientos de una institución tan grande. El prestigio y la historia se
forman de manera cotidiana y solo con responsabilidad se cumplen los objetivos.
El reto más grande que he enfrentado al estar en servicio ha sido trabajar con
asignaturas distintas al perfil que tengo, ha llegado a ser una molestia y me
ha generado cierta desesperación debido al sentimiento de impotencia pues
siento que el desempeño no es el más óptimo. Pese a ello he obtenido grandes
experiencias a través de los errores y aciertos.
Ciertamente trabajar con adolescentes me ha dejado gran satisfacción y
convivir con 350 alumnos todos los días es increíble, mucho trabajo si es
cierto, pero al ver los resultados de evaluaciones es gratificante obtener
resultados favorables y sentir que se está cumpliendo con el objetivo. Al ser
tutor de los alumnos he podido interactuar con padres de familia y jóvenes, ya
sea en situaciones problemáticas con respecto a su desempeño educativo o con
algo más personal, fungir como concejal es una actividad que posiblemente todos
los profesores realizamos en cualquier momento y el reconocimiento muchas veces
llega con comentarios excelentes que nos motiva a seguir adelante.
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